sábado, 25 de mayo de 2013

EDICTO DE NANTES: Primer paso hacia la libertad de conciencia

Convivencia entre católicos y protestantes
 
Las guerras de religión en Francia llevaron al convencimiento de la necesidad de un acuerdo de convivencia entre las dos religiones: el catolicismo y el protestantismo calvinista.
 
El primer artículo amnistía los excesos de los dos bandos:
 
 Que la memoria de todos los acontecimientos ocurridos entre unos y otros tras el comienzo del mes de marzo de 1585 y durante los convulsos precedentes de los mismos, hasta nuestro advenimiento a la corona, queden disipados y asumidos como cosa no sucedida. No será posible ni estará permitido a nuestros procuradores generales, ni a ninguna otra persona pública o privada, en ningún tiempo, ni lugar, ni ocasión, sea esta la que sea, el hacer mención de ello, ni procesar o perseguir en ninguna corte o jurisdicción a nadie.

 
Redefinicion de las relaciones religión/estado
 
El edicto fue firmado el 13 de abril de 1598 y en el se autorizaba la libertad de culto. Con el tiempo, muchos países redefinieron la relación entre la religión y la plítica, poniendo la autoridad estatal en un nuevo nivel.

El camino que Francia siguió al final (en 1905) fue la total separación de la Iglesia y el Estado.

miércoles, 8 de mayo de 2013

LAS HEREJÍAS CÁTARA Y PROTESTANTE EN EL BEARN Y LA BAJA NAVARRA


HEREJÍA CÁTARA
Aunque tuvo su mayor auge en la región de la Provenza, el catarismo se expandió hasta  el norte de Italia, con espacial relevancia en Milán por el Este y hacia Aquitania por el Oeste, llegando a establecerse en lugares tan alejados como Colonia en la actual Alemania.
 
 
Los Bearneses abrazaron la religión de los Buenos hombres casi con el mismo entusiasmo con el que lo hicieron sus vecinos provenzales con quienes compartían cultura y lengua (el occitano) así como relaciones políticas de vasallaje con el reino de Aragón.
 
 
LOS HUGONOTES
Siglos después la llama de la herejía volvió a prender en el espíritu rebelde de los pirenaicos bearneses que se adhirieron a la nueva herejía protestante y especialmente el calvinismo que tuvo en El Bearne y en La Baja Navarra su bastión más recalcitrante.

Existe un hilo conductor entre una y otra herejía: la animadversión que provocaba en el espíritu sencillo de los aldeanos y burgueses de las ciudades y pueblos pirenaicos el boato, el lujo y la obstentación de los que hacía gala el clero católico. 
 
 
TILH
En el límite de la frontera de El Bearn, la pequeña aldea de Tilh fue testigo de las Cruzadas contra los cátaros y de las sucesivas guerras de religión que asolaron la Francia del siglo XVI.