jueves, 29 de marzo de 2012

HUELGA GENERAL, VERGÜENZA NACIONAL

Gamberrada Sindical

Los cánticos estilo hooligan de los sindicalistas más moderados dejaron paso pronto en la jornada de huelga general a las amenazas, las quemas de neumáticos y la silicona en las cerraduras.

Toxo y Mendez, responsables
La responsabilidad en los actos vandálicos es de los dirigentes sindicales que han apelado directamente a la violencia durante esta jornada de huelga general. Esto es más incomprensible si tenemos en cuenta que han apoyado al gobierno socialista que ha generado esta situación económica.

Anti-sistemas en las manifestaciones post-huelga

Al final de esta huelga general se han producido incidentes de gravedad en Madrid y Barcelona de las que tratan de desmarcarse los lideres sindicales pero ellos son responsables de los vientos que han sembrado. 
 



lunes, 19 de marzo de 2012

SÓLO CATALÁN EN CATALUÑA

Reivindicar la injusticia

A los radicales catalanes les parece un gran avance que el dialecto provenzal que se habla en Cataluña se imponga a toda la población de ese rincón de España. Lo contrario, que se les obligara a hablar español a los hablantes catalanes les parcería una enorme injusticia pero al revés no sólo no les importa sino que lo aplauden y exigen más.

La cohartada del franquismo

Estos talibanes del nacionalismo y del dialecto occitano sur-pirenico no respetan ningún derecho civil relacionado con el uso de la lengua y la libertad de elegir de los ciudadanos. Amparados en agresiones sufridas en el pasado, desde la guerra de sucesión al franquismo, se permiten ellos mismos todos los excesos sin que nadie se lo impida.

Prohibir el español en Cataluña

En realidad habría que permitir que estos dictadorzuelos culturales llevaran sus pretensiones hasta las últimas consecuencias y prohibir el español en todo el territorio regional, acontinuación habría que dar la máxima publicidad al hecho de que nadie pueda utilizar el español allí.

Consecuencias

Que lo sepan las empresas que tienen pensado trasladarse a Barcelona, sobre todo las extranjeras, que sepan que no van a poder mandar a allí a sus ejecutivos que han estado aprendiendo español durante años o que sus hijos no van a poder aprender la segunda lengua en importancia a nivel mundial (con permiso del mandarín).
Las empresas se verán obligadas a afincarse en Madrid, Zaragoza, Santander... donde hablamos muy mal inglés pero un español aceptable y, desde luego, nada de Catalán.