jueves, 30 de diciembre de 2010

El nacionalismo y el Carlismo

Si estudiamos con atención como evolucionaron las guerras carlistas y hasta donde llegaron las partidas de milicias fieles a los distintos aspirantes al trono de España descendientes del pretendiente Carlos María Isidro, nos damos cuenta de que su arraigo reside fundamentalmente en las provincias vascongadas, norte de Cataluña y Navarra. En menor medida llega a Valencia y norte de Castilla.


Que el carlismo está presente en Navarra hasta casi el día de hoy es evidente incluso el el título de su estatuto de autonomía: "Amejoramiento del fuero de Navarra".  En las Vascongadas da un giro inesperado para convertirse en el germen del actual Partido Nacionalista Vasco (PNV) que llegará a apoyar a la 2ª República durante la Guerra Civil pese a que su sección de Álava se une al Alzamiento.  Esta relación es menos evidente en Cataluña pero pese a todo es un pilar fundamental de su independentismo.

Muchos historiadores han apuntado al llamado "Abrazo de Vergara" como el revulsivo de la creación de un movimiento político , ante esa traición a las bases carlistas, Sabino Arana supo canalizar la frustración de los tradicionalistas y convertirlo en un movimiento nacionalista con tintes racistas y xenófobos. Un movimiento que ya no aspiraba a imponerse en el resto del país.


En Cataluña, sin embargo el nacionalismo, tiene un origen liberal y burgés, en torno a la publicación "La Renaixensa", pero pronto recibe el apoyo de la iglesia, del sector más tradicional de la burguesía industrial catalana y de grupos de derrotados de la ultima guerra que ven en el la mejor manera de lograr un poder regional al que no pueden ya aspirar  en el conjunto de España.

2 comentarios:

  1. Matizo en el sentido de que, además de que como muy bien señala con respecto al caso catalán, en las provincias vascas el Carlismo también tuvo un origen liberal y burgués. Los grandes potentados nacionalistas eran ricos burgueses residentes en las grandes ciudades como Bilbao, donde el Carlismo nunca pudo entrar. Así tenemos a Ramón de la Sota, el gran valedor y financiador de Sabino de Arana y de su partido, empresario naviero y propietario de la aseguradora "La Polar", con una de las mayores fortunas de España de la época.

    O los Ybarra, que aunque no eran nacionalistas, fueron conservadores mauristas, pero jamás fueron carlistas.

    Además, la influencia del nacionalismo catalán, liberal y burgués, en el nacionalismo vasco, no fue desdeñable, puesto que fueron frecuentes los viajes e intercambios de nacionalistas catalanes a territorio vasco para explotar sinergias. Así, Cambó acudió varias veces a las provincias vascas a explicar su programa.

    En las zonas rurales, sin embargo, territorios tradicionalmente carlistas, el nacionalismo tuvo una penetración mucho más lenta y difícil. Así, hasta la dictadura de Franco, las zonas rurales de Navarra y en buena parte de las provincias vascas seguían permaneciendo carlistas, dando numerosos diputados y concejales carlistas.

    Fue con la destrucción del Carlismo por parte de Franco cuando el nacionalismo acabó de penetrar en esas zonas tradicionalmente refractarias al separatismo.

    Por tanto, la tesis del pretendido origen carlista del nacionalismo tiene una base muy endeble.

    Saludos,

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